Fotografiar velas y escenas iluminadas con velas es apasionante, da mucho juego a la imaginación y es una oportunidad fantástica para practicar, puesto que cada fotografía es diferente y tenemos que tener en cuenta muchos parámetros.
Para ilustrar este post pongo algunas fotografías de la Noche de las Velas en Pedraza:
Son muchos los aspectos que tendremos que considerar para obtener una buena fotografía, como el equipo a utilizar, los parámetros de exposición, el encuadre, la hora… Vamos a numerarlos:
Flash
Fotografiando velas nos vemos en una de esas situaciones en las que el flash no nos va a funcionar. Primero porque la luz de las velas es mucho más cálida que la del flash y segundo porque jugar y practicar con las luces y sombras de la iluminación de estos pequeños focos de luz es parte de la gracia.
Si aún así queremos usar flash, debremos utilizar geles de colores, para que no haya un contraste acusado entre la temperatura de color del flash y del fuego.
Objetivos
Evidentemente siempre podremos utilizar cualquier objetivo que tengamos, pero algunos serán más convenientes que otros. Si no vamos a usar trípode necesitaremos un objetivo luminoso, para poder tener una velocidad rápida. También es importante que el autoenfoque sea bueno, pues las condiciones de luz van a ponerselo muy dificil, tanto que incluso puede resultar más complicado enfocar de forma manual.
Bokeh: Algunos objetivos (como el 50mm de focal fija) hacen que a profundidades de campo pequeñas el desenfoque sea mucho más bonito, más dulce. A este efecto se llama Bokeh, que queda especialmente llamativo cuando tenemos luces desenfocadas, como en la foto de abajo.
Composición
Como siempre a «gusto del artista», se pueden probar composiciones muy diferentes y alternar fotografías en las que las velas sea únicamente pequeños puntos de luz con otros en los que la vela sea la única protagonista.
Fotografía de Retrato
En este caso no hay que utilizar trípode, puesto que lo que se mueve no es solo la cámara sino también el sujeto, es decir, que nos vamos a tener que centrar en hacer una fotografía rápida, subiendo la ISO y abriendo el diafragma al máximo. Es importante que el sujeto se coloque cerca de las velas, para que le iluminen.
ISO, velocidad y diafragma
Sin Trípode: Si no lo utilizamos tendremos que subir bastante la ISO y abrir el diafragma al máximo. El principal inconveniente será por supuesto el ruido ocasionado por la ISO, pero también nos puede molestar el hecho de que al abrir el diafragma tendremos una profundidad de campo muy pequeña, esto puede ser positivo en fotos con Bokeh como la de abajo, pero no siempre es lo que buscamos, especialmente en condiciones de luz donde el autoenfoque no funciona todo lo bien que quisieramos.
Con trípode: El trípode no es imprescindible, pero si muy util si queremos deshacernos por completo del ruido y de la trepidación. Al usar trípode bajaremos como siempre la ISO al mínimo y seleccionaremos la velocidad/diafragma que queramos, por ejemplo un diafragma cerrado nos favorecerá una profundidad de campo grande, lo cual es muy positivo si a la cámara le cuesta encontrar el punto de enfoque. También hay que considerar que al hacer la foto lenta la llama de fuego, que normalmente esta tililando, se moverá y no la veremos bien definida.
Exposición y Modo de Medición
Este tipo de fotografía puede ser uno de esos casos en los que queremos un modo de medición puntual, pero si no quieres o no puedes cambiarlo en tu cámara puedes simplemente subexponer ligeramente, funcionará en la mayoría de los casos pero tendrás que ir probando.
Disparar en RAW
Algunos disparáis siempre en RAW, otros a veces, otros nunca… Bueno, en mi opinión este es el caso típico en el que el RAW es casi imprescindible. Os dará mucho margen para cambiar posteriormente la exposición y la tonalidad de la foto.